y me acerque a vos.
Que tus besos dejen el andén de los recuerdos
y vengán acá,
junto a tu boca y yo.
Que tu ausencia deje
de ser mi única compañía
y que en cambio me rodeen
tu tibieza, tu entereza
tus piernas tuyas rodeándome.
Que tu saliva,
mejillas, cuello, piel,
mirada, sonrisa, placer,
se vuelvan reales
inimaginablemente tangibles
intimidantemente besables.
Que vos y yo contruyamos
con besos y caricias,
con silencios y cansancios,
recuerdos para la ausencia
migajas de esperanza
o canciones de amor.
(ventiuno / febbraio / dosmil11)